El cine es como uno de esos viajes lejanos, sin rumbo, con o sin sentido para realizarlos, en los que descubres, en los que la seducción de lo visitado te conmociona y te marca, porque existen, porque la provocación de los 24 cuadros por segundo te llevan lejos, a mundos remotos que se componen de dramas, ciencia ficción, comedias, historias del oeste, pero todas que hablan de ti, de lo que te hace ser y sentir humano.
Pareciera que de donde proviene la sabiduría es desde los orígenes del aprendizaje analítico y extenuantemente meditado. Puede ser, sólo que a veces es más simple el proceso. Se trata únicamente de percibir las moralejas que las necesidades primarias manifiestan en el constante andar del tiempo.
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Sang – Woo, pequeño formado en el abismal mundo del consumismo y sobrecogido por las necesidades plásticas de una sociedad enloquecida y descontroladamente extendida, enfrenta un choque con un mundo esencial, básico, un lugar que para nuestros tiempos pareciera sustraido de la imaginación “arcaica” de un escritor del siglo XIX, pero que muestra y demuestra que el origen siempre sienta los elementos de la reflexión, elemento indispensable para la evolución de cualquier sociedad.
En ese espacio, una anciana, que habla y transmite a través del lenguaje silencioso del corazón, que sabe, pero que también aprende, lleva de la mano, no sólo al nieto sino hasta a quienes estamos atentos de su pausado andar que mágicamente cautiva y enseña, a nuestro interior para dejarnos un poco de sabiduría de sus manos parlantes.
El trayecto es un sendero de profundidad que tiene como protagonista vital el aprendizaje, aquel que siempre pretende transferir las señales del núcleo de las sensaciones a la médula de la razón.
Reparto
Kim Ui-Boon, Yoo Seung-Ho, Min Kyung-Hoon, Yim Eun-Kyung, Dong Hyo-Hee.